EDUCACIÓN RESPONSABLE

CUESTIONARIO PARA MEDIR EL IMPACTO DEL PROGRAMA EDUCACIÓN RESPONSABLE



    EJEMPLO 
    La dimensión locus de causalidad influiría en la autoestima: el éxito autoatribuido lleva a una mayor autoestima que el éxito externamente atribuido.
    De hecho, se puede adoptar una estrategia defensiva consistente en atribuirse uno mismo los éxitos, utilizando causas externas para el fracaso. Este sesgo sería hedonista porque se trataría de maximizar el placer asociado al éxito y minimizar el malestar generado por el fracaso. También es posible utilizar otra estrategia, también defensiva, pero donde se asume mayor responsabilidad: adoptar para el fracaso factores internos pero inestables y que de alguna manera el sujeto puede controlar en una futura ocasión, como la falta de esfuerzo.La utilización de este sesgo a la hora de atribuir la conducta tendría como función principal, mantener un estado afectivo más favorable para la persona, puede no sólo explicar la conducta pasada, sino afectar al rendimiento futuro. 


    Se ha utilizado también una explicación basada en la teoría del procesamiento de la información, sugiriendo que nuestra respuesta ante el éxito y el fracaso sería la misma que ante cualquier otro acontecimiento. Así, si el éxito es anticipado y se produce, llevará a una adscripción interna, en la medida en que la conducta era esperada y consistente con el pasado, si el fracaso es inconsistente o inesperado en función de previos resultados, se utilizará una adscripción causal externa.
    APLICACIÓN DE LAS APORTACIONES SOBRE ATRIBUCIÓN A LA MOTIVACIÓN DE LOGRO
    Desde la teoría de la motivación de logro, los altos en esta necesidad eligen tareas de dificultad intermedia, mientras que los bajos prefieren evitar tareas donde la probabilidad de éxito está en un nivel intermedio. Los teóricos de la atribución se centran en el papel de las adscripciones causales a la hora de explicar la conducta de logro. Weiner considera dos situaciones diferentes relacionadas con este contexto y analiza cómo serían explicadas por los teóricos de la atribución:
    1. Jane suspende un examen y posteriormente aumenta el tiempo que dedica al estudio de la materia suspendida. En esta situación suponemos que Jane siempre aprueba pero esta vez, otros con experiencia académica similar han aprobado y ella no. Desde el momento en que sólo le ha pasado a ella, el resultado generará atribuciones personales y como el resultado no es habitual, serán inestables. Así, la explicación del suspenso en términos de bajo esfuerzo o poco tiempo dedicado al estudio. Esta causa sería interna e inestable, pero también controlable. Puesto que se puede controlar, experimenta culpa. Las altas expectativas de éxito futuro, junto con la esperanza y la culpa, la llevan a superar sus sentimientos de tristeza y como resultado retomar de nuevo la meta con la motivación de rendir mejor en el siguiente examen.
    2. Mary suspende un examen y decide abandonar los estudios. Suponemos que ya ha suspendido otros exámenes, mientras que otros aprobaban. Así, las atribuciones serán a sí misma, falta de capacidad, causa interna, estable e incontrolable. Como la causa es interna, su autoestima se verá seriamente afectada, al ser estable, anticipará fracasos futuros y perderá la esperanza, y dado que es algo que no controla, se sentirá avergonzada. Aumentará su percepción de incompetencia personal. En esta situación de logro, Mary tendrá una baja expectativa de éxito futuro, bajará su autoestima, perderá la esperanza y se sentirá avergonzada.

    En ambas situaciones se experimenta un resultado negativo, que elicita reacciones afectivas, relacionadas con el resultado, de tristeza y frustración. A su vez, se investiga para tratar de entender por qué no se ha conseguido la meta deseada.

    A partir de aquí, las terapias basadas en la atribución se han centrado en que el cambio de cogniciones cambará las conductas y, más concretamente, las adscripciones causales desadaptadas ante el fracaso. Así, por ejemplo, la causa más desadaptativa ante el fracaso es la falta de capacidad, por su carácter estable e incontrolable. En la terapia se trataría de sustituir esta causa por falta de esfuerzo, también interna, pero inestable y controlable, generándose un distinto afrontamiento de las situaciones futuras.